La comunicación humana, tanto en lenguas orales como en lengua de signos, no está limitada únicamente a emisiones propiamente lingüísticas (palabras o signos) sino que una gran carga de dicha comunicación recae en diferentes elementos, señales e indicios, normalmente no verbales (elementos paralingüísticos), que contextualizan y sugieren interpretaciones particulares de la información propiamente lingüística.
En este sentido, al aprender una lengua debemos tener en cuenta los rasgos culturales en los que se enmarca para poder emplear correctamente esos elementos paralingüísticos.
En este post queremos marcar aquellos elementos paralingüísticos que sirven para:
- Llamar la atención de una persona sorda con el fin de establecer una comunicación.
- Proponer el cierre de un diálogo.
- Hacer uso de la función fática del lenguaje, es decir, aquella que sirve para para que nuestro interlocutor constate que estamos comprendiendo lo que dice y que seguimos su intervención con interés.
Elementos Paralingüísticos
- Llamar la atención de una persona sorda:
Antes de iniciar la comunicación puede que tengamos que llamar la atención de la persona sorda con la que queremos comunicarnos, para ello podemos establecer contacto con ella tocándole un brazo o el hombro; nunca en la espalda o cabeza. Si está sentada podemos tocarle la pierna.
Si la persona está a cierta distancia y el contacto no es posible, se pueden dar golpes en el suelo, encender y apagar las luces o pedirle a otra persona que la avise. También haremos movimientos con el brazo dentro de su campo visual.
Si queremos llamar la atención de un grupo también podemos hacer uso de los golpes en el suelo o encender y apagar las luces de la habitación.
- Aportar un feedback que dé continuidad al diálogo:
Además de asentir con la cabeza, existen interjecciones que empleamos en lengua oral (ya veo, sí, aja, ah…) y que van emitiéndose por el emisor a lo largo de la intervención de su interlocutor. Estas tienen su equivalente en LSE a través de los signos como los que se recogen en el siguiente vídeo.
Además es muy importante que seamos conscientes de la importancia que tiene el contacto visual al comunicarnos con una persona sorda. Y es que al utilizar primordialmente el canal visual, cuando se desvía la mirada o se pierde el contacto visual se considera que existe desinterés y, por tanto, es considerado una falta de respeto.
- Proponer un cierre del diálogo:
Para finalizar una conversación deberemos usar el sentido común y emplear nuestra comunicación no verbal para insinuar nuestra intención, y si esto no funciona pedir disculpas y excusarnos antes de terminar la conversación.
Jamás debemos agarrar las manos de la persona sorda para parar la conversación. Hacerlo es como tapar la boca a una persona que habla y se considera un acto muy agresivo.
Si lo que pretendemos es introducirnos en una conversación que está siendo mantenida por dos personas o comunicar algo a una de ellas, tocaremos el brazo de la persona con la que no pretendemos hablar «pidiéndole perdón» a modo de «permiso» para comunicar algo a la otra persona.